Petición presentada a la Municipalidad de Milán

Istanza contro Cesare Lombroso Objeto:
pedido motivado de cancelacion de la nomenclatura ciudadana de nominar a una calle (en la zona 4 de la municipalidad de milano) al medico Cesare Lombroso.

Honorable Señor Alcalde y Asesores,
a usted, en calidad de primer ciudadano de Milán, al Vice Alcalde y a los asesores y consejeros intervinientes, el Partido "Per il Sud", representado por el presidente y los consejeros que componen la Dirección Política, presenta este pedido oficial hacia la cancelación de la actual nomenclatura ciudadana de la nominación de una calle de la zona 4 de la ciudad de Milán en memoria del médico nacido en Verona César Lombroso. Esta instancia es propuesta sobre la base de las siguientes motivaciones incontrastables y compartidas por la comunidad científica de hoy día.

La figura y la obra de César Lombroso, personaje extremadamente controvertido y además de cierto desvalor científico, representan hoy un profundo daño para la gloriosa escuela médico científica italiana y sus eximios exponentes, como así también para toda la población de una vasta área de la nación y del "Meridione". A pedido de la solicitud de cancelación de la nomenclatura ciudadana mencionada, aclaramos que lo expuesto, roza la inexistencia de méritos y honores que sustenten la conservación de la denominación de dicha calle como "César Lombroso".

Nacido en Verona en 1835 y miembro de una rica familia de la ciudad, César Lombroso (según el registro civil, Marcos Ezequiel Lombroso) se anotó en la facultad de medicina de la Universidad de Pavía, donde se graduó en 1858 y luego actuó en la docencia y el ámbito académico. Reajustándose a las teorías del naturalista inglés Francis Galton sobre la criminalidad innata y su condicionamiento biológico, Lombroso sostuvo su tesis de cómo las conductas típicas del delincuente no se debieran a las condiciones ambientales y socio-económicas (las que nunca reconoció en su propio valor) sino por el contrario a factores independientes de la voluntad como las características hereditarias o la condición nerviosa, que disminuirían la responsabilidad del criminal en cuanto que este sería sobre todo un enfermo.

Las convicciones de Lombroso se basaban en particular en la tesis "del hombre delincuente de nacimiento o atávico", individuo que requeriría en su estructura física de los caracteres degenerativos que lo diferencian del hombre normal, socialmente insertado. En búsqueda de notoriedad y a favor de sus erradas y anticientíficas teorías, el médico Lombroso no dudó en desollar cadáveres, cortar y seccionar cabezas, efectuar las mas increíbles y crueles intervenciones sobre hombres considerados criminales por las medidas de las partes de sus cráneos y cuerpos, hilvanando increíbles teorías sobre las características somáticas de los así llamados delincuentes por naturaleza. Su trabajo fue notablemente influenciado por la fisiognómica, desarrollando una seudo-ciencia que se ocupaba de la frenología forense y la psicosomática, induciéndolo a conjeturas casi de aprendiz de hechicero mas que de un científico, en un contexto basado en la eugenésica y ciertas formas de <<racismo científico>> cuyas consecuencias serán bien visibles en las décadas siguientes (así fue que tales conjeturas fueron adoptadas como teorías básicas de los médicos alemanes de las que se derivó el principio de la pureza racial aria, extendiendo esa falsa teoría de Lombroso a los caracteres somáticos de los judíos, de los gitanos, y así dando vía libre a su consecuente exterminio).

La idea que la criminalidad se conecte a características físicas particulares de una persona se la encuentra, en tiempos pre-científicos, en la Ilíada de Homero (en cuyo Libro II, la desviación de Tersites está directamente ligada a su fealdad física) y además en la leyes medievales que disponían que ante dos personas sospechadas de un delito se debía considerar culpable al mas deforme. Cuidadoso de estas antiguas y grotescas reminiscencias, Lombroso se convenció que la constitución física fuese la más importante causa de criminalidad y en un censurable análisis atribuyó particular importancia a la configuración anatómica del cráneo, individualizando allí una característica anatómica (hoy llamada foseta de Lombroso) que él consideraba una característica degenerativa mas frecuente en los alienado y los delincuentes, mientras que en realidad, desde un punto de vista anatómico, se trata de una característica bastante frecuente en los individuos y del todo carente de significado científico.

Mal influenciado por las Teorías de Darwin, Lombroso arribó a sostener que el "delincuente nato" presenta características atávicas, o sea semejantes a aquellas de los animales inferiores y del hombre primitivo: tales características tornarían difícil o más aun imposible su adaptación a la sociedad moderna y lo impulsarían siempre a cometer delitos. César Lombroso delineó también las consecuencias jurídicas de su propia doctrina: dado que el crimen no es fruto de una libre elección sino de la manifestación de una patología orgánica, o sea de una enfermedad, la pena debe ser entendida no como un castigo (porque no tiene sentido de castigar a quien no ha actuado libremente) sino simplemente como un instrumento de control de la sociedad. Él sostuvo siempre con fuerza la necesidad de incorporar la pena capital en el esquema del ordenamiento juródico italiano, sosteniendo que si el criminal era tal por su conformación física no era posible ninguna forma de rehabilitación...

Estas inconexas teorías fueron pronto puestas a discusión por los estudios de los mismos alumnos y secuaces del clínico veronés (entre los cuales estaba Enrico Ferri - docente de derecho penal en Bolonia, Siena, Pisa y Roma - y autoridad en Sociología Criminal), mientras que hoy nadie se atreve a sostener su validez científica. El absurdo y el equívoco del seudo estudioso y científico César Lombroso de tiempo ya conocida, representa motivo y argumentación suficientemente fundada para una sustancial revisión de la denominación de una calle de Milán, que va en desmérito de la mejor tradición académica y científica de la medicina italiana. Pero no solo esta sino otras argumentaciones sustancian y convalidan la instancia que aquí se formula.

La figura y la obra de César Lombroso representan hoy un profundo daño para la Italia Meridional y su población, fuertemente ultrajada y difamada por el perfil anticientífico asumido en la actividad del medico veronés: un ultraje y una difamación cuyas consecuencias agravian el honor de una parte preponderante de la población italiana (sumando a los residentes de "Mezzogiorno" los millones de meridionales del centro-norte que contribuyen a la riqueza de este área de la nación).

Luego de diplomarse en medicina en la Universidad de Pavia en 1858, al año siguiente, César Lombroso se enroló en el Cuerpo Sanitario Militar del Piamonte para ser enviado luego en 1861 a Calabria como "médico consultor" en la campaña de represión al llamado "Brigantaggio".

En las regiones meridionales y basándose en un abundante "material humano" puesto a su disposición, el oficial médico Lombroso comenzó un profundo y descontrolado "estudio criminológico" sobre la población calabresa hostiles a la invasión piamontesa, llegando a investigar una improbable relación delictiva entre el lenguaje, usos, modo de vestir y las características físicas de la población local. Sus teorías (reveladas evidentemente infundadas y resultando groseramente una seudo-ciencia) tomaron forma y fueron aplicadas con desenfado sobre los pobres campesinos, cuya única culpa era la de tener las medidas craneales similares a los datos antropométricos de algún conocido delincuente de la época. Se trata de conjeturas que, por cierto, encontraron terreno fértil en un contexto histórico y en un ambiente militar muy particular: aparece casi providencialmente para los responsables del ejército, encontrar pretextos seudo-científicos para justificar la sangrienta represión llevada a cabo contra poblaciones inermes y obligadas a defenderse de una invasión de efectos devastadores.

Tomaron forma de tal modo mistificaciones escandalosas para dar una imagen negativa del sud italiano, y César Lombroso, mas allá de un riguroso científico como se lo mostró fue prácticamente "reclutado" para demostrar sobre la base de una absurda seudo-ciencia que los meridionales eran personas con características innatas de delincuentes. El obnubilado médico veronés midió la forma y las dimensiones del cráneo de muchos rebeldes muertos o deportados desde el "Meridione" de Italia al Piamonte (cuidadosos médicos militares o carceleros enviaron durante años al falso estudioso, el cuerpo o al menos el cráneo de los "brigantes" meridionales, ciertamente hombres y mujeres muertos en combate, y también fallecidos en la cárcel, para que pudiera medirlos, disecarlos, estudiarlos y buscar así de demostrar la extravagante teoría del "delincuente por naturaleza", concluyendo que los rasgos atávicos que presentaban llevaban hacia atrás hasta el "hombre primitivo". Se trató en realidad de una de las mas feroces muestras de violencia física y moral aplicadas deliberadamente contra la gente meridional, una manifestación totalmente indigna de aquellos presuntamente artífices del Risorgimento Italiano, mientras que son ahora ya irreparables los daños a la humanidad entera que se derivaron del odio de Lombroso hacia los pobladores del sud italiano. El partido "Per il SUD" representado en las personas de su presidente y de la Dirección Nacional sostiene que los daños a la reputación colectiva e individual de toda la población meridional, traicioneramente lesionados por teorías y conjeturas de probada falta de fundamento científico viene a dar una imagen negativa del "Mezzogiorno" representando ulteriores motivos de profundos prejuicios, a la par de una desvalorización científica, se opone al mantenimiento de la denominación de una calle en la nomenclatura urbana de la Municipalidad de Milán que invalida el uso del nombre "César Lombroso".

Milán, 13/04/2010

Atentamente,
Partido "per il SUD" Dr. Ing. Domenico Iannantuoni (Presidente)

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